Híbridos modificados para ser probados

CSIRO es una organización de investigación australiana. CSIRO trabaja en colaboración con la distribuidora de energía victoriana SP AusNet. Ambos tienen como objetivo evaluar el impacto y los beneficios del plug-in vehículos eléctricos híbridos en la red eléctrica. También están tratando de averiguar cómo esta opción de transporte de bajas emisiones podría ser incorporada en nuestros hogares y ciudades en el futuro. Están optando por no participar en una prueba de tres meses de vehículos eléctricos híbridos enchufables (PHEVs). El personal de la distribuidora de energía SP AusNet utilizará un PHEV modificado para sus desplazamientos diarios y otros viajes de ocio.

>Phillip Paevere, el científico insignia de CSIRO Energy Transformed, comparte sus puntos de vista: «Cuando no se necesita, el coche aparcado en la entrada podría convertirse en un gran almacén de baterías y fuente de energía para la casa, para hacer funcionar los electrodomésticos o para almacenar la electricidad excedente o de baja demanda generada por generadores renovables in situ, como los paneles solares».

Los ingenieros de CSIRO han modificado estos vehículos para que puedan llevar una batería de NiMH de 30Ah y también un cargador de baterías. El cargador de batería permitirá que el vehículo se cargue directamente desde la red de suministro o desde las energías renovables del lugar. Estas adaptaciones también permitirán al investigador averiguar cómo se pueden utilizar las PHEVs como una’batería móvil’. Esta batería móvil se puede integrar y utilizar en casa. El mismo estudio también examinará el probable impacto del uso extensivo de las PHEVs en la demanda de electricidad y en la red.

Así que los próximos tres meses para el personal de la distribuidora de energía victoriana SP AusNet son cruciales. El Dr. Phillip Paevere intenta explicar el proceso de trabajo: «Las PHEVs han sido equipadas con instrumentos que monitorean los patrones de viaje de los diferentes usuarios, y la energía residual de la batería que queda en el coche al final del día, que podría estar disponible para otros usos».

El portavoz del SP AusNet, Sean Sampson, arrojó algo de luz sobre el ensayo del estudio. Según él, este proyecto también permitirá un análisis exhaustivo de lo que es probable que sea la demanda de electricidad cuando las PHEVs se conecten a la red para su recarga. Según el Sr. Sampson, «La introducción de los vehículos eléctricos en el mercado general podría tener un impacto significativo en la red eléctrica. También pueden afectar dramáticamente la producción en los puntos de venta residenciales y minoristas y el crecimiento previsto de las demandas máximas y básicas».

Cabe señalar que el sector del transporte de Australia contribuye con el 14% del total de las emisiones de gases de efecto invernadero. Naturalmente, los PHEVs serán útiles para disminuir estas emisiones dañinas. También ayudarán a encontrar un método alternativo para satisfacer la demanda máxima de la red eléctrica. ¿Cómo? La respuesta es simple. Mediante la gestión y el control de la recarga de las PHEVs desde la red eléctrica, la carga de la demanda puede desplazarse.

Además, la batería del coche puede ser utilizada para suministrar energía durante los períodos de mayor demanda. Esto ayudará a hacer frente a los apagones cuando se produzca una interrupción del suministro de la red. Es de esperar que todos estos pasos lógicos conduzcan a mantener la estabilidad general de la red.

El estudio, la evaluación y el análisis de la prueba en carretera sería la primera fase para comprender el potencial del uso de las PHEV en los hogares australianos. La tecnología PHEV también se utilizará en el sistema de energía doméstica del proyecto de CSIRO Zero Emission House (AusZEH) .

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